En Asamblea realizada la semana pasada en la sede de la Asociación de Asadores Retobados de Latinoamérica y el Caribe (ASARLACA) y con el apoyo de entidades afines como el Foro de Cocinadores de Sushi de Gualeguay (FoCoSuGu) y el Encuentro Ecuménico Marplatense de Comilones de Fondue (ENEMACOFO), se decidió sin unanimidad alguna lo siguiente:
1º. Dejar sin efecto el paro, considerando que puede afectar los niveles de predilección asadoriles de los comensales;
2º. Propender a la integración interracial, interreligiosa, interdisciplinaria, intersexual, intercultural e intersticial que se logra solamente durante el proceso de producción de un asado. En este punto tanto la ASARLACA como el FOCOSUGU y la ENEMACOFO reconocieron que, pese a su denodado esfuerzo, no logran ni ahí igualar el efecto de 3 chorizos arriba de una parrilla.
3º. Retomar, en este mismo acto, la comunicación mediante los medios necesarios con la asociación sin fines de locro pero con fines de joda que nos convoca.
4º. Asumir que, como todo deporte extremo, el asador se expone a los riesgos propios de la actividad, como quemaduras por brasas, ataques de hígado y relajes varios, lo cual no sólo no lo apichonan sino que, por el contrario, lo animan a seguir bravíamente, con el vigor electrizante propio de una oruga medidora comiendo una hoja de rosa mosqueta.
5º. Comuníquese, archívese, relájese, distiéndase y bébase preferentemente frío.
